Colaboración con Marcel Ges

Bola es un trabajo de apariencia minimalista, que se muestra como una pieza residuo de una acción. Esta resulta consustancial a la obra y ha sucedido en el territorio que ésta delimita y en función de la dinámica que le da sentido funcional.

Una alfombra de fieltro se extiende en el suelo de la sala, encima suyo hay una esfera negra con la superficie llena de trazos de escritos y dibujos realizados con tiza, como si se tratara de una pizarra escolar. Parte de estos escritos los encontramos como rastros en la alfombra. En las paredes de la sala se disponen cuatro dispensadores de tizas y en el suelo, fuera del terreno de juego, hay un monitor que muestra la acción a doble velocidad llevada a cabo por los dos interlocutores.

Los dos performers se sitúan descalzos a lados opuestos de la alfombra con una tiza en sus manos. Uno de ellos se aproxima a la esfera y escribe un mensaje encima de su superficie y lo envía al otro haciéndola rodar; éste la recibe y escribe a su vez un mensaje nuevo volviéndola a enviar al primero y así sucesivamente. La bola va perdiendo parte de sus mensajes a medida que rueda sobre el fieltro que actúa como si fuera un borrador. Parte de estos rastros quedan estampados de forma inversa en la alfombra. La acción dura unos 10 minutos y se acelera progresivamente.